Aviso Importante

A partir de mi regreso a México, el 24 de noviembre de 2008, decidí dejar de publicar en este espacio, con la intención de respetar el cierre de un ciclo. Desde el mismo día, puedes visitar mis ocurrencias en Ernesto-BCN. ¡Gracias por tu visita!

viernes, 29 de febrero de 2008

Crisis

En la edición vigente del Diccionario de la Real Academia Española aparecen siete acepciones de la palabra crisis. Cito las dos primeras.

crisis. (Del lat. crisis, y este del gr. κρίσις).
1. f. Cambio brusco en el curso de una enfermedad, ya sea para mejorarse, ya para agravarse el paciente.
2. f. Mutación importante en el desarrollo de otros procesos, ya de orden físico, ya históricos o espirituales.

En ambos sentidos es claro que no hay una carga negativa intrínseca a la crisis. Es hasta las últimas dos acepciones que aparece el significado con el que acostumbramos utilizarla, casi siempre para descalificarla o ahuyentarla:

6. f. Escasez, carestía.
7. f. Situación dificultosa o complicada.

Utilizo la palabra en su segunda acepción, pues, para decirlo claramente: estoy en crisis. Voy aprovechando la conciencia de ello para vivirla en plenitud y dejar que se transforme lo que se haya de transformar. Les mantendré informados de cualquier resultado que juzgue relevante.

jueves, 28 de febrero de 2008

Noche Mexicana

Hace unos días hice brevísima referencia a la cena que organizamos el sábado. Recupero aquí algunas imágenes de esa velada en que revivieron el sabor del nopal, del frijol, del chipotle, del mole, del tequila... Pero ojo, todo mexicano sabe que cualquiera de esos sabores es nada si no se sazona con una buena compañía, para charlar, reír, bailar y abrazar.


Botaneando con guacamole y nopalitos...


Dándole a la feina en la cocina...

Preparándonos unos taquitos de tinga, mmm!

Nuestra "coctelera", pa' las margaritas.... y algo de música grupera por supuesto!

miércoles, 27 de febrero de 2008

...

Muchos pendientes. Leo, me interrogo, penetro la densa nube de prejuicios, de certezas a medias, de dudas a tope; lo que ayer parecía evidente, cristalino, se tambalea, hoy invita a un nuevo espacio de interrogantes; los cimientos no se ven tan firmes, las estructuras se resquebrajan; lo único claro es la confusión, y sus paradojas; busco, encuentro y celebro sin saber con precisión si es por dar con lo que esperaba o si el entusiasmo surge de lo inusitado; después, el equilibrio, como las olas, las ideas van, regresan, las mismas, siempre distintas... Y así, desde las nuevas convicciones, la historia empieza a repetirse, si no en círculo, al menos en espiral, lo que complica saber dónde se encuentra uno, si es que acaso eso tiene la menor importancia.

Ojalá un texto académico fuese válido en una prosa tan irregular. Por ahora, en medio del cúmulo de lecturas auto-impuestas, permanezco atento a cualquier musa despistada que pueda soplarme una palabra y ayudarme a vencer el síndrome-de-la-página-en-blanco.

domingo, 24 de febrero de 2008

Otro abrazo

Anoche, gracias a la iniciativa, entusiasmo y compañía de gente genial que he tenido la suerte de conocer por acá, pasé una velada excelente. La propuesta había surgido hace más de dos meses, cuando tras mi apasionada retórica (en el sentido formal del término) a favor de los sabores de México, se dio el planteamiento de organizar una cenita Mexicana. La intención era defender un poco nuestra auténtica gastronomía, frente al referente generalizado que ha impuesto en el mundo la tradición de la comida Tex-Mex.

Dejaré para otra entrada el resultado culinario de la reunión (ya se verá después por qué). Quiero ahora centrarme en otro aspecto. Y es que ayer, entre tacos, margaritas y música grupera, me sentí por un rato en casa. Seguro que estos elementos formales tuvieron mucho que ver, no lo niego. Pero también fue fundamental la atmósfera, y esa la hace la gente.

Así las cosas, dos sentimientos dominan. De un lado, la nostalgia sin duda de extrañar a los cuates y las quizá esporádicas pero profundas ocasiones en que solemos celebrar nuestra amistad. Pero al mismo tiempo, el agradecimiento y la alegría de sentir el afecto de nuevos amigos, ahora de este lado del "charco". Van sendos abrazos para unos y otros.

jueves, 21 de febrero de 2008

Cine que se agradece

Salí del cine hace un rato, con la cabeza y el corazón a tope: de pensamientos, de sentimientos... pero diré sólo un par de cosas. Siempre agradeceré una peli como Once: auténtica, sencilla, fresca... de las que hacen sonreír y emocionarse. Es increíble como a veces las palabras en el cine, como en la vida, no hacen falta (aunque a veces, como ahora, la distancia me obligue a abusar de ellas). Y es genial cómo una buena rola ayuda a decir tanto.






Envío. Bb: Estoy seguro que una vez que la veas, Once estará en tu Top 10. Love U & Miss U.

miércoles, 20 de febrero de 2008

Música para chiflar (y emocionarse)

No acostumbro publicar más de una entrada en un día. Tanto por sistema (para facilitar el seguimiento o lectura del cibernauta frecuente, si es que lo hubiera), como por falta de necesidad (pues en general, aunque llegue a tocar más de un tema, éstos sueles conectarse de forma más o menos natural). Sin embargo hoy me siento obligado a romper mi regla, movido por la urgencia de, sin negar la necesidad de interrogarme y cuestionarme ante mi propia incertidumbre, compartir también pensamientos más optimistas.

Y así, como siempre que necesito equilibrar las dudas que me genera la humanidad, me he dedicado a escuchar piezas de mi himno universal (ese que se encuentra en construcción permanente y del que ya he dicho alguna cosa antes).

Representando a mi Patria en esa obra imaginaria compuesta a manos infinitas, aparece un movimiento clave. El lugar común para describir esta pieza es definirle como el "segundo himno nacional de México". Lo cierto es que casi cualquiera nacido en esas tierras ha escuchado al menos un fragmento, y sería capaz de tararear alguna de sus coloridas melodías. No en vano la OSN, en su recién iniciada gira internacional le incluye como pieza fundamental en uno de sus programas.

Escuchar el "Huapango" de Moncayo es escuchar México: por su diversidad, por su alegría, por su nostalgia; porque sus meoldías evocan el mar, la montaña, el bosque, el desierto, la plaza; por su espíritu festivo como momento climático. (En sus mejores interpretaciones, los músicos saben que hacia el final llega el momento para chiflidos y gritos, de esos que son esencia de nuestras fiestas.)

Como sucede con las "grandes obras maestras", habrá quien diga que de tanto oírlas se "desgastan" y pierden algo. No lo sé. Al menos para mí, si se trata de una buena grabación, desde su sutil arranque (lejano, que se acerca despacio), hasta su celebración final, no tiene desperdicio, y escucharlo de nuevo siempre es hacerlo por primera vez. Y con ganas de ponerme de pie para una ovación final.

Nota técnica. Quizá decir "una buena grabación" no es decir mucho. Particularmente, a mí me emociona sobremanera la grabación en vivo de la Orquesta Sinfónica Nacional, que se incluye en el CD "Amércica y Europa. El encuentro de los Clásicos", editado en ocasión del 75 aniversario de la agrupación. )

Nota adicional. En su recién iniciada gira internacional, la OSN incluye el Huapango en uno de sus programas. Aprovecho y comparto dos videos de esta reciente gira; en ambos, el tercer fragmento corresponde al Huapango. Estos videos están disponibles en la página del INBA en YouTube.



Matiz

Ayer escribí la palabra "miedo". Y no sé si usé el término correcto. Si bien en otras ocasiones he vuelto a mis entradas y he corregido detalles, ha sido puliendo la puntuación, la ortografía o algún error de dedo. Y en este caso, si bien hoy, día 20, no considero que sea la palabra más apropiada, he decidido dejarla porque si está ahí debe ser por algo. Sin embargo, la matizo. En ese contexto, pienso en el miedo como inquietud, incertidumbre... Como el temor de que aquello que, tardíamente sin duda, creo empezar a comprender, se nos descubra ya tarde. Miedo como una forma de anticiparse a la reacción voraz de quienes con su celebración en nombre de lo que anuncian como la "llegada de la democracia", sólo disfrazan su ambición de mercado.

Y quizá la palabra me vino también por ese fragmento de los Balcanes que me da vueltas en la cabeza. Y que cuando lo pienso, percibo con más claridad eso que, aunque todavía sin peste evidente, ya se respira en el aire. No es que se respire desde ayer, antier ni cualquier otro día concreto. Sin duda se trata de algo en la atmósfera que nos viene de siempre y que con cierta frecuencia reaparece con más fuerza. O quizá me equivoco y la pestilencia es tan grande que la hemos ido conteniendo con perfumes que nos permiten caminar como si nada.

Lo cierto es que la Historia se está haciendo. Y conviene estar despiertos.

martes, 19 de febrero de 2008

Fidel

Apenas me siento a escribir unas líneas sobre un tema cuando la realidad nos pone enfrente otro. Vaya. Y quiero escribir sobre todo, no porque piense en modo alguno que lo que yo pueda decir resulte revelador ni mucho menos. Intento hacerlo para darme un poco de orden, aclararme a mí mismo.

Mi intención inicial era dedicar unas líneas a la declaración de independencia de Kosovo y las reacciones internacionales que ha desatado. Pero al encender el ordenador me encuentro con la renuncia de Fidel. Y en medio de mi propia crisis cognitivo-ideológica, termino un poco liado.

A reserva de irme dando espacio para todo lo que quisiera resumir, adelanto un tema. Tratando de evitar cualquier radicalización, Fidel está dando al mundo una lección. Corrijo. Varias lecciones, pues no son las mismas las que envía a sus detractores que a sus seguidores. O si se quiere, manda un mensaje que, como cualquier otro, está sujeto a infinidad de lecturas. Pero unas más que otras, nos deberían llevar, al menos, a un mínimo de confrontación interior.

Con todo lo que significa, con mis aspiraciones en proceso de redefinición, confieso que tengo miedo. El juego cambia y obliga a replantearse las reglas. Para bien o para mal. Esperaría que para lo primero. En cualquier caso, si bien Castro tenía ya un lugar garantizado en la historia, habría que empezar a reacomodarlo y, sobre todo, reconocer que para la última página falta un buen trecho.

Nota al pie. Para quien quiera formarse un juicio más completo, no está de más una mirada a una que otra de las reflexiones recientes de Fidel, en lo que podría ser considerado prácticamente un blog del comandante (incluido el mensaje completo difundido esta mañana). Me refiero a los artículos que bajo el título de "Reflexiones del Presidente Fidel Castro", han sido editados desde hace casi un año en la prensa cubana, y que el histórico líder promete seguir compartiendo, ahora como "Reflexiones del compañero Fidel". Vale, yo sé que hay que tomarse un buen rato libre para esa lectura, por más breve que se quiera. Pero es de todos conocido que en este mundo de video clip, Fidel habla y escribe en algo más (bastante más) que largometraje.

sábado, 16 de febrero de 2008

Una mirada para provocar

Estaba en segundo de secundaria. Y debo reconocer que, no sé si por mi ingenuidad o por el poco espíritu reflexivo de mis maestros (o quizá por ambas cosas), la noticia para mí no pasaba de una anécdota. Fue el paso de los días, los meses y los años lo que le fue dando significado. Lo cierto es que si bien en sentido estricto un día no cambia del todo las cosas, en la historia están esas fechas que simbolizan los antes y los después. Y así, la caída del muro de Berlín marca sin duda un punto de inflexión en la gráfica de nuestra historia compartida. Y la tentación de juzgar el antes y el después en términos de Bien/Mal, de Mejor/Peor, parece lo cotidiano.

Por eso, desde la soberbia del después, una mirada al antes resulta provocadora. Si uno se lo permite, desencadena reflexiones, inquieta, ilumina, confronta. Quisiera evitar plantearme las cosas en pares. Este/Oeste, Norte/Sur, Blanco/Negro, Luz/Oscuridad, Izquierdas/Derechas, Liberales/Conservadores, Buenos/Malos. En todo caso, acepto el juego de los polos con tal de usarles sólo como referencia para saborear el gris, ése que se mueve de un lado a otro y no se deja atrapar por definiciones cerradas.

Esta tarde fuimos al cine y echamos una de esas miradas. La ventana se llamó 4 meses, 3 semanas y 2 días, y la abrió el cineasta rumano Cristian Mungiu (Palma de Oro, Mejor Película en el Festival de Cannes 2007). Como reflexión: provocadora, inquietante. Como obra cinematográfica: precisa, humana. Desde el arranque uno se siente obligado a acompañar a Otilia.

No se trata de juzgar, ni a los personajes ni a su contexto. Al menos de entrada, se trata de acercarse, nada más.

viernes, 15 de febrero de 2008

Entre lo que no extraño...

Sin duda hay cosas que no extraño. Lo corroboro cuando, después de "escuchar" en el chat a mis cuates del DF, o después de leer ciertas notas en los diarios mexicanos, salgo a caminar, sea por ocio o sea con el fin genuino de trasladarme. Con todos sus posibles defectos, el transporte público en esta ciudad es algo digno de atención.

Sea en el medio que sea, habrá que reconocer que en esa Ciudad se pierde una cantidad extraordinaria de tiempo trasladándose de un punto a otro. Confieso que en los últimos meses que pasé en el DF, tuve el placer de viajar cómodo y rápido al trabajo, gracias a un autobús de RTP que pasaba a las 6:00 a dos calles de casa (San Antonio y Revolución) y por 2 pesos (0,18 USD; 0,13 EUR) me dejaba en la puerta del colegio (al pie del Ajusco) en 35 minutos. Pero hay que decirlo, eso es ser la excepción y no la regla.

Hace unos días escuchaba una entrevista en la que el jefe de gobierno de la Ciudad de México hablaba con absoluta demagogia de imitar ideas de ciudades como París o Madrid. No sabía si reírme o llorar. Se atrevía a hablar de sus ciclopistas y se atrevía a citar el ejemplo de Barcelona, diciendo que los caminitos que se va a inventar allá, unirían puntos de conexión con otros medios de transporte. ¿Y la gente subirá y bajará del camión o del metro con su bicicleta? Si así nomás no cabe la gente! Lo que aquí existe se llama Bicing, y opera desde hace casi un año. Se trata de una red de bicicletas de transporte público. El mismo principio lleva ya varios meses funcionando así en París. Bajas del metro o del autobús, tomas la bicicleta, te trasladas a otro punto, la entregas. Es sencillo, barato y saludable. El éxito del programa ha sido impresionante, lo cual se refleja en el ritmo de crecimiento que ha vivido.

En fin. Lo cierto es que extraño muchas cosas. Pero las travesías de horas en coche o micro están lejos de ser dignas de mi añoranza.

jueves, 14 de febrero de 2008

Abrazo

Pensando en mis Amigos...
Y por supuesto, en Mariana, además de por obvias razones, por su amor hacia Friends.

Quienes me conocen lo saben. Eso de los festejos excesivos en torno a efemérides forzadas no es algo que me emocione. No obstante, hoy reconozco que me hará falta dar algunos abrazos.

Por cuestiones meramente demográficas es probable que identifiques la ya mítica serie Friends. Yo que no soy un entusiasta de la televisión, descubrí realmente el programa en el verano de 2001, en uno de esos maratones de capítulos que suelen organizar las cadenas entre temporadas. Y así Mariana y yo nos pasamos días completos siguiendo los pasos de aquellos seis amigos.

¿Qué hizo de Friends un fenómeno mediático? Si damos por cierto que la gente celebra el ver en la pantalla un reflejo de lo que anhela, de lo que quisiera para sí, estaríamos de acuerdo en que, desde su nombre, esta serie constituye la evocación de la amistad. Pero no de cualquier amistad. Hace unos meses, con motivo de la entrada al mercado de una edición especial de las 10 temporadas de Friends, en un diario aparecía una valoración de sus dos grandes aportaciones: abrazos y cafés

“¿Que tu compañero te ha robado a la novia con premeditación y alevosía? No importa, un abrazo. ¿Que tu compañera ha quemado el piso con una plancha para el pelo? Da igual, un abrazo. ¿Que tus amigos piensan que eres un graciosete sin gracia, un guapo tonto, un adorable peñazo, una loca impostada, una belleza sin fondo o una insoportable maniática? Qué más da, venga ese abrazo. Aunque lo hagan con toda la mala leche del mundo, no hay nada que no se arregle con un abrazo... y un café en taza de colores y un sofá en el que repantingarse.

Esa es la otra gran aportación: el bar de toda la vida, donde conoces y te conocen, allí donde basta con un suave movimiento de cabeza para que te pongan "lo de siempre", ya no es el puerto donde atracan los borrachos, los depresivos y la aristocracia del barrio. Ahora es una especie de parque de atracciones en el que pasar las horas muertas con un café con leche y hablar de lo divino y lo humano. Lo de toda la vida, vamos, pero con cara de trascendencia y estilazo.”

Pero sucede que a veces la ficción no logra ser imitada por la realidad…

“Y así pasó lo que tenía que pasar: que fuera de la pantalla la gente intentó arreglar sus problemas con abrazos y se les recibió con gritos mientras los dueños de los bares se enfadaban porque ocupar un sofá durante horas con un miserable cortado es, sí o sí, pasarse tres pueblos.”

Pues celebrando que te has detenido en este bar – café digital, agradezco tu amistad y te abrazo con cariño.

Envío. Además de la amistad (que me de la impresión fue incluida en las celebraciones del día para ampliar la base de consumidores potenciales), hoy se celebra el amor. El “día de los enamorados”, le llaman por acá. Pienso en ti bb, y me cae el veinte: en estas horas caminas justamente en los alrededores del barrio de los seis colegas de Friends. Desde acá te pienso y te acompaño. Miss U… & Love U.

martes, 12 de febrero de 2008

Propuesta pendiente

Pues tras mucho darle vueltas me he resuelto. La intención ya estaba más que definida. Mis motivos eran suficientes en número y, al menos en mi perspectiva, en profundidad. Lo más difícil, como suele suceder con todo, era empezar. Y como parte del arranque era necesario un nombre. La realidad es que algo tan sencillo como eso es lo que me detenía desde hace varios días. Hasta que me dije que no era sino un pretexto. Y así me decidí, le bauticé y después comprendí que para darle a conocer valdría la pena justificarle.

Y ya está. He iniciado hoy mismo un nuevo espacio que, pese a las semejanzas que pueda tener con éste, aspira a un camino muy distinto. De ahí que, más allá de esta entrada, de los vínculos en el menú derecho y de una que otra reflexión en el futuro, Tras Alicia, que es como se llama ese nuevo blog, tiene vida propia. Ya con el paso de los días irá siendo más clara esa naturaleza distinta. O al menos eso espero.

De entrada, nos prometo -ahora sí- cuidar que las palabras sean suficientes para comunicar, pero justas para evitar ahuyentar nuevos o viejos lectores.

Arranca pues esta nueva aventura, para ir Tras Alicia.

lunes, 11 de febrero de 2008

Espejito, espejito... (II)

“The thing about a mirror is this: The one who stares into it is condemned to consider the world from her own perspective.”
Nextday, el octavo enano

“Looking glass, what do you see? … Do you see the corrupted herat of a sinner or the soul of a saint in the making?”
Lucrecia Borgia

(Mirror, Mirror. Gregory Maguire)

Puede creerse que volver a los clásicos y reinventarlos o jugar con ellos, es garantía de éxito. Y se estaría sin duda en un error. Muestras de ello en la literatura y el cine, abundan. Me da la impresión de que el éxito en semejante empresa sólo puede darse cuando hay tintes de genialidad y se arriesga lo suficiente como para ganarse el odio de unos y la alabanza de otros. Lo cierto es que los intentos de esta envergadura difícilmente pueden dejar a uno indiferente.

Después del abrumador e indiscutible éxito editorial de Wicked, Maguire ha seguido explotando la fórmula de recurrir a los cuentos infantiles consagrados y ofrecer un punto de vista distinto sobre narraciones que dominamos de arriba a abajo. En aquel primer intento, publicado inicialmente en 1995, la apuesta era contar al lector adulto El Mago de Oz, desde el particular punto de vista de la verde y malvada bruja del oeste. Ese propósito le obligaba a remontarse en el tiempo y construir un universo que hiciera posible esa nueva perspectiva. Y todo indica que lo logró con creces.

Vino luego la idea de acercarse a la Cenicienta (Confessions of an Ugly Stepsister, 1999). Y tras propiciar el cruce de Scrooge con Jack el Destripador (Lost, 2001), el escritor decidió contar su versión de Blancanieves (Mirror, Mirror, 2003). Pero aquí ya no hay perspectiva que domine. No se trata de decirnos ésta es la historia según los ojos de tal o cual. Aquí, la historia vuelve a nacer por completo y, aunque la mayor parte esté en boca de un narrador omnisciente, escuchamos las voces de César y Lucrecia Borgia, de Vicente de Nevada, de su hija Bianca y de los que eran uno más de siete hasta que uno les dejó.

Ignoro si la versión en castellano de Wicked esté teniendo suficiente éxito como para que la lógica comercial propicie la traducción de alguna de las novelas que le han sucedido. En cualquier caso, y pese a mi limitado dominio del inglés, disfruté enormemente de mi lectura. ¿Creo que lo he dejado claro, verdad? Correcto, mientras me preparo para ir tras las confesiones de la hermanastra, para mañana garantizo cambio de tema.

Aclaración. Ayer, cuando hablaba de los contrastes entre mis propios gustos, lo hacía pensando en la novela que leí antes de Mirror, Mirror. Me refiero a Canta la Hierba, de Doris Lessing, a quien me comprometo desde ya a dedicar una entrada pronto.

Olvido. En la entrada anterior no lo especifiqué: sigo sin conocer el final de Elphaba en Wicked. Ya en unos meses me cobraré ese pendiente.

domingo, 10 de febrero de 2008

Espejito, espejito...

En ocasiones mes sorprendo a mí mismo con el eclecticismo de mis gustos e intereses en el ámbito del consumo cultural, (música, cine, literatura). Por más que esté acostumbrado a reconocerlo ante preguntas del tipo "¿qué estilo de música te gusta?" o "¿cuál es tu libro o película preferida?", la sorpresa resurge con frecuencia cada vez que me topo con un nuevo ítem para añadir a "mis favoritos".

Hace un rato terminé de leer una novela que me atrapó desde el primer momento y que no me dejó escapar hasta la última palabra. Apenas estoy terminando de digerir, pero me pareció un excelente pretexto para una entrada en este diario virtual.

La historia de cómo llegó "Mirror, Mirror" a mis manos merece un recuento. Antes de venir, estaba leyendo "Wicked", el recién traducido al español best-seller mundial de Gregory Maguire, que inspiró además la no menos exitosa obra musical de Broadway. La lectura estaba resultando divertida y emocionante... En esos días, con ilusión y nerviosismo empacaba cajas y hacía las maletas... Llevaba unas tres cuartas partes del libro. El día antes de partir, después de enfrentar serias dudas sobre si valía la pena cargar semejante tomo, coloqué "Wicked" en la mesa de la sala, con el firme propósito de terminar su lectura durante el vuelo y con la intención de abandonarle después en algún parque como "libro libre". Según recuerdo, debió ser en el aeropuerto donde me percaté de haberle olvidado.

Fue ya en octubre, relativamente instalado en Barcelona, que decidí que era necesario saber cómo terminarían las cosas para Elphaba. Mi intención era comprar la edición digital en inglés, pero quiso el portal de la editorial que aquello no se consumara. Sin embargo, descubrí entonces los títulos de las siguientes obras publicadas por Maguire. Los títulos y sus "reseñas" resultaban realmente cautivadores. Y si la prosa de "Wicked" me había atrapado como lo hizo, ¿por qué no arriesgarse?

En aquellos días Mariana iba a Nueva York con sus alumnos y, dado que esos títulos no han sido traducidos al castellano, era la oportunidad de hacer un encarguito. Mariana fue y volvió. Nunca le pregunté si los había conseguido. El día que llegó a pasar las fiestas decembrinas por acá, unas de las primeras cosas que sacó de la maleta fueron los tres títulos que había sugerido.

Hoy terminé la lectura del primero, y debo decir que no fue lo que esperaba. Fue muy superior. Nunca creí que fuese posible enfrentar la historia de Blancanieves de modo semejante. Todas las licencias históricas que Maguire se toma para convencernos de que la celosa enemiga de Bianca fue la mismísima Lucrecia Borgia, quedan más que perdonadas. En la ficción todo vale. Y cuando la ficción se construye con desafiante astucia, eso se agradece y se celebra.

Creo que me he excedido en este relato. Y no he dicho gran cosa sobre el libro en cuestión. ¿Te parece si lo dejo para otra entrada?

Una conclusión adicional tras la lectura: vaya que necesito ponerme a pulir el inglés. Y cuando lo haya hecho, sin duda volveré a "Mirror, Mirror", para disfrutarle con entusiasmo renovado.

viernes, 8 de febrero de 2008

Cuatro meses y dos días

Mucho antes de descubrir este vehículo de registro y difusión de mis reflexiones, empecé a anotar -ya fuese en papel, en el ordenador o en la palm- impresiones de mi estancia en esta ciudad.

Hace un rato eché un vistazo a los apuntes de las primeras semanas. En más de una nota es evidente la ingenuidad, el idealismo que se esconde tras la mirada nueva. En otras aparecen ya las primeras señales claras de la nostalgia.

El 6 de octubre, cuando los rezagos del verano mantenían a buen número de turistas en la Barceloneta, me decidí. Ya otras mañanas me había lanzado a mezclar rayos de sol con lectura a la orilla del mar. Pero aquel día quise ir un poco más allá.

Cuando volví a la residencia, escribí:
Sábado 6 de octubre.

El mar. Las olas. El agua: helada. Los pies. Poco a poco. De pronto las rodillas. Sin pensarlo, el agua te llama. Ya estás dentro. Con frío. Pero adentro.

Algunos no lo piensan. Del primer paso al clavado. De un golpe. Está bien. No todos siguen el mismo protocolo.
Pero estoy adentro.


Ese día, sintiendo el calor del sol después de aquel breve pero intenso chapuzón, empezaban a transformarse muchas cosas. Han pasado cuatro meses y dos días. La metamorfosis sigue... En sentido estricto es evidente que empezó hace más de 32 años y que seguirá hasta el último día... Me refiero ahora en concreto a esa transformación originada en el mar, testigo permanente de esta estancia que no me canso de agradecer a Dios.

jueves, 7 de febrero de 2008

Un Quijote

Va uno de mis temas rezagados. Al cierre del primer mes del año se anunció en Madrid a los ganadores de los Premios Rey de España, convocados anualmente por la Agencia Española de Cooperación Internacional y la Agencia EFE. Entre los galardonados, nuestro querido Germán Dehesa.

El premio que le otorgan recibe el poderosísimo nombre de “Don Quijote”, y está destinado a reconocer el trabajo periodístico “mejor escrito en lengua española”. Cierto que se le otorga tomando como pretexto un solo artículo (publicado en su columna el 22 de junio del año pasado). Y cierto, como dicen algunos, que ese artículo no es quizá lo más significativo de Don Germán, pero, ¿sería posible que un texto mostrara lo que su pluma representa para la crónica del México de todos los días?

El jurado decidió premiar a Germán por su “brillante” forma de sintetizar el español de la Academia con el habla de nuestra gente, revitalizando nuestra lengua y cautivando con su sentido del humor a quienes le leemos.

Un botón. Unos días antes de que se anunciara este reconocimiento, Germán describía su reacción ante los súbitos ataques de catastrofismo que suelen aquejarnos:

"[…] aplico los frenos de emergencia, veo hacia arriba, veo hacia abajo y me atravieso a la banqueta soleada. Esto lo hago porque mi temperamento propende a la chacota, porque soy veracruzano, porque México a veces me duele, pero la mayoría del tiempo, me exalta, me divierte y me emociona."

De Germán y este premio, escribe ayer Sergio Aguayo en su columna: “Se lo merece por la calidad de su pluma y la calidez de su alma”.

No conozco personalmente a Germán (lo conozco en “segundo grado”, pues fue profesor de papá en la preparatoria, cuando ambos eran un poco más jóvenes). Pero con lo que le conozco a través de sus letras me basta para decir que a todo lo dicho sobre su trabajo, me sumo.

Y me emociono.

Pendientes. Un mes sin Carmen al aire en la W. El debate generado a partir de y en torno a este hecho, no es poca cosa. Sobre la mesa –una mesa que históricamente se ha centrado en los derechos de los comunicadores y que en fechas recientes ha privilegiado en particular los de las grandes empresas de comunicación– empieza a emerger la idea de los derechos de las audiencias. Me parece que merece la pena plantearse el tema.

martes, 5 de febrero de 2008

Evocaciones del Central Park

Sigo con la integración de mi Himno Universal, cargando en una lista del iTunes piezas que personalmente me conducen a un estado de ánimo muy peculiar: optimismo con tintes claros de fraternidad, de solidaridad. Difícil explicarlo, sin duda. Difícil porque cada nota va cargada de imágenes o sensaciones que no es sencillo poner en palabras.

Hoy le dedico estas líneas a un componente norteamericano (¿estadounidense? Siempre tengo problemas con el gentilicio de ese país, caramba). Y no lo hago porque en estos momentos se desarrolle en varios de sus Estados el dichoso súper martes. Lo hago pensando en esa gran manzana, sin duda. Este nuevo movimiento de mi Himno, es obra del genial George Gershwin. Y desde siempre me ha parecido la música de fondo de Nueva York. Quizá por eso me resultó tan natural que los estudios Disney la utilizaran como eje de uno de los momentos más brillantes de su Fantasía 2000. Con ello, simplemente le dieron forma a un increíble cúmulo de sensaciones que a mí se me venían cargando en la cabeza desde que estuve en la ciudad de los rascacielos hace 15 años.

Aquella estancia en Nueva York significó muchas cosas. Viajábamos papá, Rodrigo y yo. Corrían justamente los primeros días de febrero. Papá tenía asuntos de negocios por atender, y para Rodrigo y para mí fue la oportunidad de descubrir una ciudad cautivadora. Recuerdo con claridad el frío, la nieve, los cruces de las esquinas, la estatua de la libertad... Dos cosas por sobre todas las demás. Una, "The Phantom of the Opera"; aquella noche en el Majestic marcaba un antes y un después. Dos, recorrer una y otra vez Tower Records; una aventura única, en los días que mi colección de discos compactos empezaba a engrosarse vertiginosamente.

Después de aquel viaje volvimos con toda la familia, como parte del largo regreso desde medio oriente, y pasamos ahí la última noche del 93. La imagen fotográfica es de mamá con Montse envuelta en sus ropas de invierno cual Maggie Simpson en Navidad, rodeadas del blanco Central Park, a unos pasos de un carrito de bagels.

Ahí, en Nueva York, comencé 1994. Recién había cumplido 18 años. Y casi simbólicamente 94 fue el año en que los mexicanos perdíamos la inocencia. Era el 1 de enero de la entrada en vigor del TLCAN y el levantamiento en Chiapas. Sería el año de los asesinatos políticos. Sería también el año en que empezaría la universidad.

Todo eso comprimido y puesto en la licuadora está en las notas de la rapsodia azul. La música de una ciudad de la que me enamoré y a la que idealicé para siempre. No he vuelto desde entonces. Pero Gerswhin sigue siendo emocionante, por supuesto.

Y hoy es más emocionante, quizá porque Mariana se ha enamorado más que yo de esa mágica isla de inigualable trazado. Y quizá la “Rapsodia en azul” es más emotiva ahora que los instrumentos de viento acompañan en mi mente sus pasos por el Central Park.

Sequía

La escasez de lluvias en Catalunya, y en particular en la región, ha llevado a la Generalitat a entrar en la fase 2 de excepcionalidad en cuanto al manejo del agua, lo cual implica, entre otras medidas, que el vital líquido destinado para consumo humano, no podrá utilizarse por ejemplo para regar jardines o zonas verdes, limpiar calles ni llenar piscinas o fuentes (sean públicas o privadas). Lo cierto es que las ligeras lluvias del fin de semana no representan nada en el marco de la histórica sequía que ya se registra en varios puntos de la península. La noticia puede parecer poca cosa, pero sin duda es parte de la gran llamada que tendríamos que estar atendiendo. No se me olvida que hace unos días nos prometí un espacio específicamente dedicado a confrontarnos con nosotros mismos y ciertas conductas. Voy avanzando. En unos días espero tenernos noticias.

domingo, 3 de febrero de 2008

Lluvia

Daba la impresión de que hoy nadie quería salir de la iglesia. Pero el asunto era bastante más sencillo: había comenzado a llover “inesperadamente”. Pasó un rato. Luego, mientras algunos se inclinaron por continuar el asilo, otros, más imprudentes sin duda, nos aventuramos a atravesar el parque. Es el primer mediodía de domingo que lo veo tan vacío: además de quienes a paso apresurado toman distintos caminos, algunos puñados se refugian bajo árboles; unos cuantos bajo el mamut que tanto cautiva a los niños. En el kiosco los amantes del swing parecen haberse reproducido mágicamente; la música no para y así, apretados en medio de los que buscan un techo, ellos siguen sus pasos. Camino ya por Sarednya. No es que la lluvia sea muy fuerte. Sin embargo es consistente y, con el aire frío, llega a ser incómoda. Pese a ello el partido de futbol a un costado de la Estación Norte no se ha detenido. Estoy ya frente al ordenador. Por la ventana veo que, aunque llueve todavía, ya asoman algunos tímidos rayos de sol. Sin duda, aunque sea más tarde, habrá oportunidad de salir en un rato a caminar como cada domingo.

Agradecimiento. Gracias, porque sé que eres Tú quien hace los movimientos, quien permite que las cosas encuentren su sitio. Entiendo que cada uno de nosotros jugamos un papel, nuestras decisiones son fundamentales. Pero me parece que al final son más o menos fructíferas en la medida que nos dejamos orientar. Quizá sea complicado entenderlo, pero, no sé si haga falta. Lo importante es reconocerlo, me parece. Estar abiertos a Ti, dejarnos guiar.

viernes, 1 de febrero de 2008

Caminata virtual por allá

“Estoy tratando de redescubrir lo que existía en común cuando las personas y los animales vivían en armonía.”
Gregory Colbert


A través de diferentes mensajes y medios recibo noticias de “Ashes and Snow”, la exposición que ocupa en estos días la Plaza del Zócalo en la Ciudad de México. Me llegan además informes de que, a un par de semanas de su apertura, el llamado Museo Nómada que la alberga ha sido visitada por cerca de medio millón de personas.

Las imágenes -fijas y en movimiento- que he podido ver del trabajo de Colbert, me han cautivado como a tantos. Quizá no es el primero (y seguramente no será el último) en captar imágenes de ese calibre… Pero eso no puede restarle un ápice de valor. Además, por lo que he podido ver en el sitio oficial de este trabajo, creo que más que hablar de una serie de fotos, “Ashes and Snow” es hablar de una experiencia.

Si estás en la Ciudad de México, ojalá tengas oportunidad de gozarla; quienes ya han ido me dicen que la larga fila vale la pena; lamentablemente un océano y pedazos de tierra de por medio no me permiten dar testimonio de ello. Si estás en mi caso, una visita a la experiencia virtual puede reconfortar un poco.

Posdata. Hoy me propuse la brevedad. Y es que las últimas entradas comenzaban a extenderse y temí que por ello estuviesen en peligro de quedar marginadas de la lectura del navegante virtual. O eso me pareció. Ciertamente el parámetro es absolutamente relativo. Si eres lector/a frecuente, no dudes en hacer clic aquí debajo, en “comentarios”, y decir lo que piensas al respecto… (O al respecto de cualquier otra cosa, claro.)