Aviso Importante

A partir de mi regreso a México, el 24 de noviembre de 2008, decidí dejar de publicar en este espacio, con la intención de respetar el cierre de un ciclo. Desde el mismo día, puedes visitar mis ocurrencias en Ernesto-BCN. ¡Gracias por tu visita!

lunes, 11 de agosto de 2008

Ezequiel

Ezequiel tiene 12 años. Sus papás se dedican al campo. Vive en una comunidad al este de la ciudad de Oaxaca. Lo conocimos el sábado, cuando nos ofreció guiar nuestro recorrido a través de los manantiales y cascadas petrificadas de Hierve el Agua. Y no sólo nos acercó a la belleza de ese lugar sagrado, también nos dio una lección de conciencia. Conciencia de sí mismo, de su comunidad, de su medio. Su seguridad nos hizo sonreír más de una vez. En lo personal, me llenó de emoción observarlo y escucharlo: ver las enormes probabilidades que tiene de ser auténticamente feliz. Más aún: ver que, de alguna manera difícil de explicar, ya lo es. Ver que es más feliz y tiene más probabilidades de seguirlo siendo, que cualquiera de los niños que asisten al colegio donde trabajo. Esos niños que aparentemente lo tienen todo. Que tienen tantas posibilidades de "éxito", pero que tienen tan poca conciencia de sí mismos que permanentemente las dejan ir.

Apunte. Este fin de semana estuvimos en Oaxaca. Una vez más se trató de una visita corta, a toda velocidad. La brevedad no le resta valor. Al contrario. Fue una visita intensa, emocionante, enriquecedora, entrañable. De buena comida, excelente compañía, emotivo reencuentro. Sin duda valieron la pena las largas horas de carretera, ida y vuelta. Algunos aspectos de la visita merecen ser apuntados con mayor detalle. Espero descargar algunas fotos y agregar algunos comentarios.

2 comentarios:

Luna Quisan dijo...

Definitivamente esos niños nos dan una lección de vida, y a veces los que tenemos las posibilidades y tenemos los medios, no lo aprovechamos como debería ser... precisamente tu post me llega en un momento muy reflexivo de mi vida, en el que me doy cuenta que mis padres en su debido momento me dieron todo y no lo aproveché, preferí otras cosas. Ahora, para alcanzar la proyección en mi trabajo requiero de muchas cosas, maestría y excelente ingles, los cuales me toca costearmelos. Pero lo que si aproveché son los principios y los valores que me inculcaron, la mejor herencia de toda mi vida.
La educación, los valores, los principios no requieren de clases sociales, ni posición economica, aqui y en china son los mismos.

La "Y" dijo...

Esa mi lunita, que bonito escribió usted¡¡¡¡ Y tienes razón, mucha razón.
Y Ernestito como siempre, son sus bellos anécdotas que nos hacen asomarnos un poquito a su gran valor interno. Ernesto porfa nunca cambies, eres único¡¡¡¡
Besos y abrazos desde aquí mi calurosa tierra jarocha...