Aviso Importante

A partir de mi regreso a México, el 24 de noviembre de 2008, decidí dejar de publicar en este espacio, con la intención de respetar el cierre de un ciclo. Desde el mismo día, puedes visitar mis ocurrencias en Ernesto-BCN. ¡Gracias por tu visita!

martes, 16 de septiembre de 2008

¡Viva!


Anoche pasé largo rato explorando un sinfín de ideas que revoloteaban en mi cabeza. Prometo que mañana mismo escribiré sobre ello. Pero, por hoy, no puedo... no quiero evadir el profundo dolor que sentí esta mañana cuando, con pocas horas de diferencia, me enteraba de la tragedia que se dio anoche en Morelia, Michoacán, México. Decidí, pese a todo, conservar el título original de la entrada que tenía prevista. Sí. Porque, más allá de todo lo que ahora mismo pasa por mi mente -y posiblemente pase por la tuya-, no puedo dejar de decirlo. No puedo, siquiera, decirlo en voz baja. Lo grito. Lo grito con más fuerza que anoche: ¡Viva xico!

4 comentarios:

La Cordero dijo...

Comparto el dolor. Sumo la impotencia. Siempre me he sentido orgullosa de ser mexicana. Pero estas situaciones me ponen mal, muy mal. No lo entiendo. Y creo que, como me dijo Francisco Martín Moreno en una entrevista el viernes, los mexicanos no podemos celebrar la independencia. Si acaso, la esperanza. Pero con cosas como esta, ni lo uno ni lo otro. Beso hasta allá.

Luna Quisan dijo...

Da rabia, coraje, impotencia! comienzo a vivir en angustia, temor y preocupación, no me siento tranquila.. pensando que en cualquier momento "algo" puede suceder.. temo muchas cosas. Por que inocentes? por que!!!

ErnestoPC dijo...

Ea, pues aquí vamos, Cordero, Luna... Me gusta la idea de celebrar la esperanza. Esto la oscurece, como que nos la aleja, pero ahí está. El miedo es natural, y además, con el dolor, hace difícil reconocer la luz. Coincido Cordero contigo, cosas así me dejan mal mal mal... pero de ahí viene el paso siguiente: ponerse más que bien, y contagiar ese bien, lo que alivia, reconforta, y devuelve la sonrisa con más fuerza. :)

Amaya Marichal dijo...

Por ahí leí una editorial que me dejó un rato pensando en el asunto. Decía algo así como que entramos a un México de los "nuncas": Nunca había pasado esto, nunca había pasado lo otro. Muy atinado y muy doloroso, porque una vez que atravesamos esa sutil línea, se necesita una gran voluntad para cambiar las cosas.

Saludos! Y como dices: VIVA MÉXICO!