Aviso Importante

A partir de mi regreso a México, el 24 de noviembre de 2008, decidí dejar de publicar en este espacio, con la intención de respetar el cierre de un ciclo. Desde el mismo día, puedes visitar mis ocurrencias en Ernesto-BCN. ¡Gracias por tu visita!

domingo, 16 de noviembre de 2008

Aristeo

Suele decirse que la vida es como una montaña rusa, con sus subidas y sus bajadas. La metáfora funciona en ese sentido, pero se agota cuando observamos que en la montaña rusa uno termina siempre en el mismo lugar en el que empezó. Y aunque del polvo venimos y al polvo hemos de ir, cierto es que no nos bajaremos del carrito en la misma estación en la que lo abordamos. 

En estos días de crisis financiera mundial y de tanto escuchar y leer a los "especialistas" hablando del ir y venir de las bolsas, observo que una metáfora de la vida que puede ser más eficaz es justamente la de los mercados financieros –o al menos la teoría que los respalda–. Sin afán de entrar en debates sobre visiones económicas, recurro a esta imagen porque, al menos siguiendo la tradición liberal, se espera que a largo plazo su tendencia natural sea siempre a la alza. Esto no impide que se den periodos de caídas más o menos pronunciadas, aunque la teoría marca que tarde o temprano se terminan recuperando. También eso explicaría que tras un periodo significativo de alzas –de alegrías, en el símil que vengo proponiendo– aparezcan momentos de lo que los "expertos" llaman "toma de utilidades", lo cual se refleja en bajones compensatorios –y que equivaldrían a esas tristezas que irrumpen en medio de las dichas–. 

Así las cosas, si la metáfora que sugiero aplicara al cien por ciento, habría razones para temer a los periodos de excesiva felicidad, pues tarde o temprano toparían con alguna frontera que conduciría a una irremediable y dura caída. Y más todavía: cuando esos lapsos de reacciones a la alza, están respaldados sólo por la especulación, ya se podrá imaginar uno las dimensiones de la posible crisis que siga.

Lo dicho en los tres párrafos anteriores no es lo que había pensado publicar hoy originalmente. De hecho, a lo largo de la jornada varias ideas estuvieron pugnando por un lugar en este espacio. Al final, fueron tantas y tan variadas que no encontré forma de ligarlas y armar una entrada coherente. En medio de mis tribulaciones, reapareció esta metáfora de los mercados, que hace poco compartía a través de mis comentarios en otro blog. Y al final no me pareció tan descabellado desarrollarlo un poco más, sobre todo en días como hoy, de sentimientos tan encontrados. 

Digamos que hoy fue un día de muchas altas y bajas en mi mercado emocional. Por el peso que tiene en el balance final, decido compartir uno de los temas difíciles, esperando mañana hablar de algunos de los que reportaron alzas.

Hoy recibí la noticia de la muerte de un alumno del colegio para el que trabajo en México. A decir verdad, fue sólo la confirmación de algo que ya anoche se me anunciaba como inminente. Aristeo era un chico de los que uno suele decir de inmediato que "tiene ángel". Hace una semana él y otros compañeros sufrieron un lamentable accidente automovilístico. Aristeo resultó el peor librado y, después de una difícil semana, finalmente se nos adelantó. 

Vienen días complicados para todos en la escuela. A través del grupo que chicos cercanos a él promovieron esta semana en Facebook pude dar seguimiento a algunas muestras de cariño que evidencian lo difícil que será para ellos. A través del chat y de algunas llamadas, he confirmado estas impresiones y he percibido también la afectación que pesa sobre algunos colegas queridos. 

Pero para todos nosotros, la vida debe seguir adelante. Porque estoy seguro que Aristeo no nos perdonaría estancarnos en el sufrimiento.

3 comentarios:

JuanPop dijo...

En momentos como estos no tengo palabras para expresar lo que quisera expresar, pero ahora comprendo un poco cuando mi maestro de 6to. se tocaba la cabeza en la capilla de la escuela, mientras orabamos por David, quien se había ido al cielo. Que gran labor la suya, que siempre recordemos a la gente que nos educa y ustedes a quien educan. No sé que más decir, solo sé decir que todo mejore un poco y abrazos desde acá.

Luna Quisan dijo...

Ha sido un poco fuerte leer este post y más aún por que me ha tocado despedir a muchos amigos, cuando estaba en la primaria, en la secundaria, prepa, carrera y ahora... he tenído que despedir a grandes amigas, que dejaron este mundo de manera injusta, no era la manera, pero prefiero no robar más este espacio... Lo único que te puedo decir, es que ahora que te leo, en el rol que juegas como profesor, trato de entender un poco a mis maestros, en aquel tiempo y te admiro y respeto. Aristeo, su cara... en mis sueños. Dios! que fuerte es todo esto.

ErnestoPC dijo...

Muchas gracias, Lunita, compadre JuanPa, por sus palabras... Hoy los niños volvieron a la escuela y el día fue gris... hasta acá me pesaba el aire. Pero como dije, para los que seguimos aquí la vida sigue, y creo que juntos, niños y profes, vamos saliendo adelante... vamos juntos, como yo con ustedes, acompañándonos. Un abrazo a Coatza y otro a los Queréteros.