No tengo claro de qué depende. A veces sucede cuando me he pasado el día encerrado en lecturas y perdiéndome a ratos en la red. Pero también se llega a dar en días que hablo con la gente que quiero y que tengo lejos. Incluso en días “normales”, cargados de cotidianeidad hasta el tope (si es que en la vida que llevo acá puede hablarse de cotidianeidad). Lo cierto es que de repente, sin avisar, llegan días difíciles.
Días que se extraña un poco más que de costumbre. Insisto: no tengo claro a qué se debe.
Ni siquiera sé si es posible que haya una causa. Sé que son días que duele un poquito más el alma, se refleje o no en el cuerpo. Días que me acurruco en la cama y me gusta imaginar que estoy cerca de casa. Días que sin remedio uno llora cargado de nostalgias. Días que el frío pega con más fuerza. Días con ganas de hablar de más pero sin tener realmente nada en especial para decir. Días cuya contradicción conduce al silencio y silencios que terminan en otra lágrima.
Me he puesto algunas fotos para enfrentar esos días. Fotos que viajaron impresas desde allá. Tú y yo en la cima de una pirámide. Mamá y Papá sonriendo. Rodrigo, Marijo, Jimena y Montse. En el fondo de la computadora algunas recientes. Dos sobre todo. Kiri. Y la foto de Dios: así la bauticé desde que la tomé; en una de las cimas de la Montaña Serrada (partida con una sierra… “el monte que te has elegido, con la gloriosa Madre de tu unigénito Hijo”). La imagen es sencilla: la luz desde una cima de la montaña.
No es fácil salir airoso de semejantes días. (No por nada reciben el nombre de días difíciles, ¿verdad?) Pero sin duda esas imágenes grabadas en mi mente son un factor clave.
En fin. Hoy fue un día difícil.
MISS U BB…
Aviso Importante
A partir de mi regreso a México, el 24 de noviembre de 2008, decidí dejar de publicar en este espacio, con la intención de respetar el cierre de un ciclo. Desde el mismo día, puedes visitar mis ocurrencias en Ernesto-BCN. ¡Gracias por tu visita!
sábado, 12 de enero de 2008
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1 comentario:
dos annos y medio sin saber de que depende, este se lo atribuyo a la luna creciente, a la ausencia de chocolate, a que hizo mas frio que ayer, nunca se...pero duele
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