Pensando en las grandes categorías o las grandes clasificaciones de la música -no me gusta evocar estos "cajones" forzados, pero a veces viene bien-, es claro que algo tiene la música brasileña -sea la samba, sea la bossa nova- que levanta el ánimo.
Recién salí del concierto que dio Toquinho esta noche en Barcelona. No importa de qué humor entraba uno; al salir, o se tarareaba alguna melodía, o se movía sutilmente el cuerpo en un torpe intento de evocar el carnaval de Río. E inevitablemente se sonreía.Claro, se sonríe casi siempre al salir de un concierto, pero... ¿no es verdad que la bossa nova deja en quien la oye una sonrisa diferente?
Apunte: En los últimos días empecé a armar para el iPod una lista de canciones para levantar el ánimo. Contra mis pronósticos, ha resultado una lista bastante extensa... con evocaciones brasileñas incluidas, por supuesto. La dichosa lista, desde su concepción y luego en cada reproducción, ha sido un redescubrimiento fenomenal de canciones, algunas de las cuales hemos oído hasta el hartazgo. En los próximos días espero compartir algo de esa banda sonora que me estoy construyendo.


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