La tarde de este sábado 5 llegaron al puerto los Reyes Magos de Oriente. Tras ser recibidos por las autoridades locales, y cun algo de retraso de acuerdo con el programa oficial, arrancaron en el Parc de la Ciutadella, muy cerca de donde vivo, su Cabalgata por la ciudad, hasta la Plaza de Espanya, al pie de Montjuïc.
El morbo -o la falta de otra cosa qué hacer- me llevó al cruce de la Vía Laietana con la Plaza Urquinaona. Cientos de personas se fueron congregando con el paso de los minutos. A lo largo de la avenida sin duda fueron miles.
Niños de distintas edades, españoles reconocidos como tales por la ley, y otros tantos nacidos en territorio español de familias procedentes de Europa del Este, América Latina, África y Asia. Algunas familias con sus escaleras para ganar unos centímetros. Todos ansiosos por ver pasar a sus majestades. Majestades celebradas con entusiasmo en tierras donde la realeza sigue teniendo presencia.
La espera fue larga y el paso de los magos fugaz. Pero los niños sonreían. En chino, en árabe, en castellano, en catalán, celebraban con sus familias el acontecimiento. El saldo, al menos en la zona que anduve, blanco. Algunos golpes en la cabeza, atestados por caramelos desviados en su trayecto de los carruajes a manos de los niños. A la retaguardia del desfile, los carros llevando el carbón recibían abucheos. Y los servicios de limpieza de la ciudad, como siempre, dando una primera pasada conforme la cabalgata se alejaba.
Eso sí. Las roscas en los hornos y los aparadores no lograron conquistarme. Muy lejos de las roscas que durante tres décadas he comido en México. Así que me quedé extrañando la rosca de Panmex o, peor aún, la que este año preparó mamá. (Gracias ma por el trozo que me cuentas congelaste. Ya espero el verano para deleitarme.)
Esta mañana, domingo 6, salí como cada domingo al parque. Cosa curiosa... menos niños que de costumbre. "Claro", recapacité, "seguro están jugando en casa con sus regalos de reyes, el Wii, el XBox, el Nintendo".
Mañana amaneceremos con las rebajas. A desquitar lo que haya dejado en las loterías el "sorteo del Niño".
Aviso Importante
A partir de mi regreso a México, el 24 de noviembre de 2008, decidí dejar de publicar en este espacio, con la intención de respetar el cierre de un ciclo. Desde el mismo día, puedes visitar mis ocurrencias en Ernesto-BCN. ¡Gracias por tu visita!
domingo, 6 de enero de 2008
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