Hoy es un día gris. No es que esté deprimido. Simplemente el día no pinta como otros. Y quizá no esté del todo mal. Sirva para pensar un rato. Bajar para volver a subir. Son cerca de las dos de la tarde y el sol aún no ha salido. Llueve suave pero permanentemente. Apenas en la última entrada hablaba de la alegría de vivir. Y anoche recibí un correo que me sacudió. Venía de Raúl, un ex-alumno, y eso me emocionó de inicio, pues regularmente esos correos traen buenas noticias. No fue el caso. la ilusión se disolvió en segundos cuando descubrí que me enviaba una presentación de Power Point para recordar a Pedro Omar, otro entrañable chico que pasó por mis aulas, quien, según me cuenta, falleció en un accidente esta semana. Según me cuenta Raúl, la canción que escuchas (si le diste play al reproductor de Goear, claro) le gustaba mucho a Pedro. A lo mejor suena hasta macabro ponerla. Pero le doy la vuelta al asunto y la encuentro reconfortante. Pedro era un buen chico, aunque fuese un auténtico desmadre, y coincido con Raúl cuando sugiere recordarlo así.
Desde acá te abrazo Pedro. Y extiendo mi abrazo, por supuesto, a tu familia y a tus colegas.
1 comentario:
No creo suene nada macabro, al contrario! es tu sencillo homenaje a "Pedro Omar".
Los misterios de la vida y la muerte escapan siempre a nuestra razón. No sabemos porque "así deben ser las cosas". Estamos rodeados de coincidencias (o diosidencias).
Como te dije antes, me cae que la vida es bien cabrona, pero una pleglaria a Pedro Omar y un fuerte abrazo de aliento pa'ti y pa'su familia. Lo siento mucho de verdad.
Y que todo el mundo con la música podamos aliviar un poco nuestro dolores.
GRACIAS POR COMPARTIR TU DÍA GRIS, OTRO ABRAZO.
Publicar un comentario