Ya en otra ocasión he declarado mi debilidad por la música de Ennio Morricone. Puedo decir que difícilmente transcurre un día sin que escuche algo surgido de sus partituras. En el playlist con el que suelo programarme antes de dormir (¿nunca he hablado de eso, verdad?) está una secuencia de La Misión interpretada en vivo por la Roma Sinfonietta, bajo la conducción de il maestro, por supuesto. En mi casita en México, el DVD del Arena Concerto es una de esas grandes joyas que puedo reproducir una y otra vez sin fastidiarme, pues no le encuentro desperdicio; uno de los momentos que más me emocionan en ese concierto es la interpretación de El éxtasis del oro, de la banda sonora de El bueno, el malo y el feo.
Hoy por la noche (mientras escribo ya comenzó el martes) el Auditorio Nacional (México D.F.) recibirá a esta leyenda. Cosas de la vida. Llevo ocho meses viviendo en Europa y al señor se le ocurre ir a tierras aztecas justo cuando ando fuera. A eso le llamo tener las agendas mal sincronizadas, caray. Tendré que conformarme con las reseñas y algunas reproducciones en el YouTube.
Aviso Importante
A partir de mi regreso a México, el 24 de noviembre de 2008, decidí dejar de publicar en este espacio, con la intención de respetar el cierre de un ciclo. Desde el mismo día, puedes visitar mis ocurrencias en Ernesto-BCN. ¡Gracias por tu visita!
lunes, 26 de mayo de 2008
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