En muchos contextos, lo de comer insectos (elegantemente, la entomofagia) puede sonar extravagante e incluso ridículo; hay incluso quienes tachan esta práctica de "pose" o consideran que se trata de un exceso más de la manía de inventarnos cosas, cuando históricamente los insectos han formado parte de la dieta tradicional en comunidades de América, África y Asia.
En el caso de los mexicanos, los ejemplos son abundantes. Los chapulines (parientes de los grillos) en Oaxaca o los escamoles (larvas de hormiga) hacia el centro del país, están entre los casos más populares. Según ciertas fuentes, en México se han contabilizado hasta 500 especies de insectos comestibles.
Pues resulta que estos productos viscosos pero sabrosos (citando a Pumba, por supuesto) ya no podrán comercializarse en "La Boqueria". Según leo en La Vanguardia, "Sanidad desautoriza la venta de insectos comestibles"en el tradicional mercado, esto debido a un "vacío legal". ¡Hágame usté el favor!
Pues resulta que estos productos viscosos pero sabrosos (citando a Pumba, por supuesto) ya no podrán comercializarse en "La Boqueria". Según leo en La Vanguardia, "Sanidad desautoriza la venta de insectos comestibles"en el tradicional mercado, esto debido a un "vacío legal". ¡Hágame usté el favor!
4 comentarios:
¿Cómo estás? Pase a saludar a los cyberamigos!!
Saludos desde los Querétaros!!
buen finde!
Qué tal JuanPa. Pues parece que nos cruzamos en el camino; mientras dejabas saludos por acá yo hacía lo propio por allá en tu "casa" virtual. Gracias e igualmente, buen finde!
muy buena ocurrencia!
Pues afortunadamente vivo en México, y los puedo disfrutar en cualquier momento como botana.
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