Aviso Importante

A partir de mi regreso a México, el 24 de noviembre de 2008, decidí dejar de publicar en este espacio, con la intención de respetar el cierre de un ciclo. Desde el mismo día, puedes visitar mis ocurrencias en Ernesto-BCN. ¡Gracias por tu visita!

miércoles, 20 de febrero de 2008

Música para chiflar (y emocionarse)

No acostumbro publicar más de una entrada en un día. Tanto por sistema (para facilitar el seguimiento o lectura del cibernauta frecuente, si es que lo hubiera), como por falta de necesidad (pues en general, aunque llegue a tocar más de un tema, éstos sueles conectarse de forma más o menos natural). Sin embargo hoy me siento obligado a romper mi regla, movido por la urgencia de, sin negar la necesidad de interrogarme y cuestionarme ante mi propia incertidumbre, compartir también pensamientos más optimistas.

Y así, como siempre que necesito equilibrar las dudas que me genera la humanidad, me he dedicado a escuchar piezas de mi himno universal (ese que se encuentra en construcción permanente y del que ya he dicho alguna cosa antes).

Representando a mi Patria en esa obra imaginaria compuesta a manos infinitas, aparece un movimiento clave. El lugar común para describir esta pieza es definirle como el "segundo himno nacional de México". Lo cierto es que casi cualquiera nacido en esas tierras ha escuchado al menos un fragmento, y sería capaz de tararear alguna de sus coloridas melodías. No en vano la OSN, en su recién iniciada gira internacional le incluye como pieza fundamental en uno de sus programas.

Escuchar el "Huapango" de Moncayo es escuchar México: por su diversidad, por su alegría, por su nostalgia; porque sus meoldías evocan el mar, la montaña, el bosque, el desierto, la plaza; por su espíritu festivo como momento climático. (En sus mejores interpretaciones, los músicos saben que hacia el final llega el momento para chiflidos y gritos, de esos que son esencia de nuestras fiestas.)

Como sucede con las "grandes obras maestras", habrá quien diga que de tanto oírlas se "desgastan" y pierden algo. No lo sé. Al menos para mí, si se trata de una buena grabación, desde su sutil arranque (lejano, que se acerca despacio), hasta su celebración final, no tiene desperdicio, y escucharlo de nuevo siempre es hacerlo por primera vez. Y con ganas de ponerme de pie para una ovación final.

Nota técnica. Quizá decir "una buena grabación" no es decir mucho. Particularmente, a mí me emociona sobremanera la grabación en vivo de la Orquesta Sinfónica Nacional, que se incluye en el CD "Amércica y Europa. El encuentro de los Clásicos", editado en ocasión del 75 aniversario de la agrupación. )

Nota adicional. En su recién iniciada gira internacional, la OSN incluye el Huapango en uno de sus programas. Aprovecho y comparto dos videos de esta reciente gira; en ambos, el tercer fragmento corresponde al Huapango. Estos videos están disponibles en la página del INBA en YouTube.



No hay comentarios: