Pues tras mucho darle vueltas me he resuelto. La intención ya estaba más que definida. Mis motivos eran suficientes en número y, al menos en mi perspectiva, en profundidad. Lo más difícil, como suele suceder con todo, era empezar. Y como parte del arranque era necesario un nombre. La realidad es que algo tan sencillo como eso es lo que me detenía desde hace varios días. Hasta que me dije que no era sino un pretexto. Y así me decidí, le bauticé y después comprendí que para darle a conocer valdría la pena justificarle.
Y ya está. He iniciado hoy mismo un nuevo espacio que, pese a las semejanzas que pueda tener con éste, aspira a un camino muy distinto. De ahí que, más allá de esta entrada, de los vínculos en el menú derecho y de una que otra reflexión en el futuro, Tras Alicia, que es como se llama ese nuevo blog, tiene vida propia. Ya con el paso de los días irá siendo más clara esa naturaleza distinta. O al menos eso espero.
De entrada, nos prometo -ahora sí- cuidar que las palabras sean suficientes para comunicar, pero justas para evitar ahuyentar nuevos o viejos lectores.
Arranca pues esta nueva aventura, para ir Tras Alicia.
Aviso Importante
A partir de mi regreso a México, el 24 de noviembre de 2008, decidí dejar de publicar en este espacio, con la intención de respetar el cierre de un ciclo. Desde el mismo día, puedes visitar mis ocurrencias en Ernesto-BCN. ¡Gracias por tu visita!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario