Hace un rato salí a dar una vuelta. Camino de regreso, pensaba en el origen y destino de este blog. Pensaba en lo que me movió a iniciarlo y en las insospechadas consecuencias que ha traído consigo. Llego y leo en un par de comentarios que me dejaron en la entrada anterior, ideas claramente conectadas con lo que venía pensando escribir.
Hace seis meses yo no sabía exactamente qué era un blog. Se trataba de un mundo que me era ajeno. Empezar el mío fue casual, mientras hacía experimentos para un proyecto académico. Cuando descubrí cómo funcionaba esto, inicié mi diario digital, como dice la descripción en el encabezado, como un "intento por reseñar la experiencia" de mi estancia por acá. Era "un esfuerzo por acercarme y acercarte", pensado concretamente en mi gente, mi familia, mis amigos. Era una manera de contar esas cosas que de pronto suceden y que, estando en mi ciudad, seguramente contaría de inmediato, por teléfono, en un café, en una reunión en casa. Era una manera de evitar escribir lo mismo muchas veces en distintos correos electrónicos, y evitar también los correos masivos. Era abrir una ventana para el que quisiera, el que tuviera ganas, el que tuviera tiempo. Así funcionó al inicio.
De pronto, me encontré leyendo a través de las ventanas de otros. Dejando uno que otro comentario en algunas de ellas. Y así también se asomaron acá miradas que me eran desconocidas. Sin comprender cómo, se fue desarrollando entre leedores y escribidores una cierta comunión. Del mismo modo que yo me emocionaba siguiendo las historias de otros, había quienes hacían lo propio con mi relato.
Hoy, a seis meses de iniciado el blog, es claro que sus alcances se han transformado. Sigue siendo ventana para los que me esperan y los que tengo lejos, pero también para quienes deciden acercarse con el mismo afecto y respeto que yo he intentado imprimir a mi paso por la blogósfera. Y además lo es ya (y espero lo siga siendo) para quienes he conocido de este lado y que, al cruzar el charco, serán entonces quienes me queden lejos.
Sobre el nombre del blog ya lo he decidido: el título cambiará un poco... pero la dirección se quedará igual, no tengo duda. Mañana espero escribir un poco sobre ello.
Aviso Importante
A partir de mi regreso a México, el 24 de noviembre de 2008, decidí dejar de publicar en este espacio, con la intención de respetar el cierre de un ciclo. Desde el mismo día, puedes visitar mis ocurrencias en Ernesto-BCN. ¡Gracias por tu visita!
miércoles, 25 de junio de 2008
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3 comentarios:
Si es sorprendente el alcance de esto. Al igual que tú inicié mi espacio más bien por casualidad, un poco como imitación, esperando que después de muchas entradas tuviera alguna semejanza con el mundo de Amaya, después de leer más comprendí que eso era imposible. "Palabras, palabras" tiene tanto mi sello personal como "Diario de Barcelona tiene el tuyo.
Ha sido una grata experiencia entrar por tu venta y dar un vistazo superfluo a las andanzas de un mexicano del otro lado del Atlántico. saludos
Te escribo mi comentario, escuchando una canción verdaderamente hermosa. .. "a veces" de Nicho Hinojosa... una letra preciosa...
Al igual que tu, comencé esto por casualidad, motivada por mi mejor amiga "Y"... encontré sin buscar un espacio, unas palabras, pensamientos y anecdotas ajenas a mi vida, que me permiten transportarme a las experiencias vividas de corazones diferentes, y conocer a la vez, la verdadera escencia de la persona.
Un Abrazo!
Hola amigas por coatza-casualidad!!! Me encanta lo que dicen ambas... Aquí seguiremos, asomando por las ventanas unos de otros... acercándonos.
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