«A writer, I think, is someone who pays attention to the world.»Susan Sontag
Escribir y leer son dos de las manifestaciones más extraordinarias de la naturaleza humana. La palabra escrita y leída da fe de nuestra fascinante capacidad para convertir en significado un garabato cuyo sentido nació de forma prácticamente arbitraria. En los tiempos que nos toca vivir, muchas y duras batallas son las que enfrenta a diario el milagro de la palabra escrita y leída. Sin temor y con absoluta claridad me declaro a favor de esta invaluable vía de expresión del pensamiento. No sólo respeto, sino que admiro, valoro, aplaudo y –en lo posible– exploro y experimento también otras extraordinarias manifestaciones. Pero no puedo negar mi fascinación por la palabra escrita y leída.
Estoy convencido de que –con mayor o menor grado de conciencia– la mayoría de quienes visitan este blog, comparten conmigo esta fascinación: en un mundo de ajetreo permanente, caracterizado por la saturación de estímulos visuales y auditivos estridentes, amigas y amigos vienen y se detienen aquí unos segundos para leer, como lo hacen antes o después en un buen número de blogs; luego van y, en la soledad de su habitación, o en el ir y venir de su oficina, o en alguna plaza o café con red inalámbrica, o en plena acción mientras alternan con las faenas de sus casas y familias… en algún momento, se detienen a escribir.
Escribir y leer. Mágicos actos de atención. En un contexto donde cuando mucho la gente lee por encima notas de color (amarillas, rojas, rosas… negras); donde muchos celebran la aparición de tecnologías que algún día erradicarán de nuestras vidas la "engorrosa tarea" de arrastrar el lápiz o acariciar el teclado; donde tanto y tan mal obligamos a los pequeños a leer eso que alguien asegura que “tienen que” leer; donde leemos mal y de malas, sin mucha disposición de comprender lo que leemos… En un contexto así, no puedo sino celebrar y agradecer esta pequeña pero significativa y encantadora fiebre bloguera en la que ando metido.
Creo que me salí del camino. Confieso que cuando comencé a escribir esta entrada mi ruta no estaba trazada en esta dirección. Mi idea era recuperar una de mis actuales alegrías, relacionada con el proyecto de animación a la lectura que estoy promoviendo en mi trabajo y que ya da sus primeros frutos. Pero creo que la fiebre de la que hablo me contagió cuando leí en las últimas horas las reflexiones de Diliviru o de Amaya, y lo que sus visitantes han ido agregando a ellas. La digresión ha valido la pena. Y no quisiera contaminarla con otras cosas. Ya mañana retomaré la otra idea.
2 comentarios:
Hola Ernesto:
Tienes una capacidad enorme para escribir, para transmitir tantos sentimientos en las letras. Tienes razon, estamos en un mundo tan agitado que en lo ultimo que se piensa es en eso. Ya la tecnologia esta tan viciada en "hacer la vida mas facil" que trata a toda costa que evitemos, leer, escribir, hasta incluso pensar... Rayos. Volviendo al tema central que yo igual me desvie, es maravilloso esto de los blogs, permiten intercambiar tantos pensamientos tantas ideas y experiencias, nos unen tanto que hasta hacen que cuando no nos leemos nos extrañemos, jajaja.. Un abrazo con mucho cariño
Escribir y leer.. me encantó este post!
La inspiración no tiene horario, no sigue procedimientos, simplemente llega de imprevisto.
El leer, te lleva a conocer otros mundos, otras palabras, otros conceptos..Escribir es TODO. Adoro escribir, tanto, que en mi bolsa podrán faltar ciertos cosmeticos, pero nunca pueden faltar un pedazo de papel y un lapiz.
La bloggerconexión es de lo mejor, es un mundo real, puesto que conoces a la persona sentimentalmente, sin antes haber creado algún prejuicio originado por la "apariencia".
Me quedo con esta frase.. "Escribir y leer. Mágicos actos de atención".
Un beso.
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