«Literature is freedom.»Susan Sontag
Hace unas semanas escribí ya algo sobre el programa de animación a la lectura que estoy promoviendo en el equipo de profesores con el que trabajo en México. En los días que siguieron a la publicación de esas palabras, el proyecto empezó a dar sus primeros frutos en algunos chicos y maestros, así como en mí mismo.
Sugería ayer que la palabra escrita y leída enfrenta hoy un mundo que, en cierto modo, le resulta hostil. Cierto que escribimos y leemos palabras por todas partes. Pero algunos creemos que el valor de la palabra escrita per se está cada vez más ausente. Escribimos y leemos letras en un recado; escribimos y leemos un correo electrónico para sacar adelante cuestiones del trabajo o enviar avisos veloces a las amistades; escribimos o leemos un texto para atender una necesidad académica o para obtener información y tomar decisiones en algún sentido pero, en todos esos casos, solemos hacerlo sin tener muy claro el papel que el leer o el escribir juegan en nuestra propia construcción individual.
Nuestro escribir y nuestro leer cotidianos suelen reducirse a tareas mecánicas, herramientas para resolver otras necesidades. El milagro de la escritura y la lectura como actos de atención queda marginado a unos cuantos, capaces de escribir y leer para nada: por el mero gusto, porque se le da a uno la gana. En un mundo donde todo se tiene que hacer “para algo”, escribir una poesía o leer una novela resultan a los ojos de muchos auténticos desórdenes mentales. Y muchos profesores nos encargamos de reforzar la contradicción obligando a leer tal o cual cosa simple y sencillamente porque "se debe", porque a algún inteligente se le ocurrió que tal o cual libro es "un clásico" y por lo tanto su lectura resulta indispensable.
Así, ante la imparable intromisión de imágenes y sonidos mediáticos en nuestras vidas, muchos chicos se han ido alejando de las letras. ¡Y no pienso que debamos rechazar otros medios! Como muchos, creo firmemente en la posibilidad de coexistencia que existe entre las vías de expresión que hemos desarrollado. Es sólo que, al marginar al ámbito de lo útil la posibilidad de escribir y leer, estamos erosionando, por ejemplo, nuestras facultades para sentir y pensar. [Reconozco que argumentar esto último exigiría más espacio del que una prudente entrada de blog me brinda.]
Esta tarde, camino a casa, me topé con una publicación de recomendaciones literarias, cuyas páginas ofrecen una entrevista en la que Jordi Sierra i Fabra –escritor que ha tenido un peculiar éxito en lectores jóvenes y maestros que con frecuencia promueven la lectura de sus libros– asegura que leer resulta hoy un auténtico acto de rebeldía:
«En un mundo tan globalizado, donde comemos la misma mierda en todas partes y vemos las mismas película a la misma hora, leer es algo revolucionario, porque estás tú y el libro, solos, interactuando.»
Me gusta pensar que el pequeño esfuerzo que estamos haciendo en le colegio con nuestro proyecto puede ser semilla de una pequeña revolución. Por lo pronto, llevo tres de los seis libros que propusimos a los chicos para nuestra segunda semana de lecturas. Y mientras leo, experimento algunas cosas para que, llegado el momento, el experimento sea también un programa de animación a la escritura.
6 comentarios:
Cuáles son esos 6 libros que propusieron a leer a los alumnos? Digo, sería buena idea comenzar a darle un cambio a mi vida, un libro te transporta a otro mundo. Me agrado aquella frase que citaste de Jordi sierra.
Me dejaste una gran reflexión.
Para este bimestre, entrados en la línea del suspenso y el misterio propios de la temporada, propusimos: Diez negritos (Agatha Christie), Estudio en Escarlata (la primer novela de Conan Doyle donde aparece Sherlock Holmes), Frankenstein (Mary Shelley), El Castillo de los Cárpatos (Julio Verne), Drácula (Bram Stocker) y uno de mis libros favoritos: El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde (R. L. Stevenson). De pronto, mientras te respondo, se me ocurre una idea: te imaginas que iniciemos un blog colectivo que funcione como club virtual de lectura. Seguro ya existen cosas así, pero podemos arrancar uno, leyendo incluso textos breves al inicio, cuentos por ejemplo, aprovechando además que en la red se consiguen muchas versiones buenas de textos. Uf... ya lo estoy trabajando... en estos días lo pongo en marcha. ;)
Aaaaaaaaaaaaaah!!! y me juntan en el blog colectivo de lectura?
Si?
Si?
Estaría bien padre!!!
Por supuesto mi JuanPa!!! Ya estoy en ello... En la semana les cuento y vamos viendo cómo arranca. Un abrazo a los Querétaros!
siiiiii me agrada esa idea!!! mientras tanto comenzaré con Diez negritos, pero no los de Bimbo eh! ya toy a dieta.. jajajaj upss!! perdón, ando en mis cinco minutos de simpleza... ijijijiij besos!
Tienes razon ernesto, la mayoria de las veces leemos porque tenemos que hacerlo, pero si comprendieramos el fondo de cada palabra, nuestro paso por este mundo seria mas relax, no crees?..
Me uno a tu propuesta...
saludos
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